viernes, 25 de octubre de 2013

Hacia un mundo sin pobreza

Hacia un mundo sin pobreza es el título del último libro que he leído, escrito por Muhammad Yunus. Es un ensayo explicativo de la creación y desarrollo del banco Grameen en Bangladesh y que hoy día tiene oficinas en más de sesenta países, incluida la República Dominicana.
Una aproximación al concepto de pobreza es la definición que da Yunus de esta como “la incapacidad que tienen algunas personas para cuidar de sí mismas  y satisfacer sus necesidades básicas”. Las razones  de la pobreza son múltiples y tienen diversas explicaciones  e implicaciones: políticas, sociales, económicas, las que en esencia se reducen a la carencia de capital que tienen determinados sujetos para desarrollarse y cumplir satisfactoriamente con las necesidades y obligaciones que demanda su ciclo de vida.
El Grameen surgió como una alternativa de acceso al micro crédito  de aquellas personas  que no podían accesar a préstamos de la banca comercial por carecer de la más mínima garantía. Con esta iniciativa Yunus  no solo demostró que los pobres sí pagan y que el capital, asociado al trabajo y al capital humano, es la única herramienta eficaz  para combatir la pobreza, sino que, además, el micro crédito es una fuerza a favor del cambio, no solo económico y personal, sino también político y social. Yunus ha contribuido a reducir la brecha  entre las teorías universitarias y la realidad y su banco ha financiado actividades económicas  que jamás la gente pensó que estas podían ser convertidas en la base del sustento familiar. Un ejemplo  es el caso de una mujer que se dedicaba a hacer cuentos en los velatorios del barrio y esa actividad fue financiada para ser llevada  a otros sectores  porque era lo “único” que ella sabía hacer y hoy día la mujer vive del cuento y recibe contratos internacionales para divertir a la gente en los momentos más tristes de su vida.
 Financiar la actividad económica del pobre es una decisión de vida o muerte. Dos mil pesos pueden ser el inicio del camino hacia el éxito o el fracaso de una persona. La historia de Pramila que nos cuenta el autor en su libro debería ser leída en cada familia. Pramila fue una mujer que entre  1971 y 1992 obtuvo varios préstamos que oscilaban entre cincuenta y cien dólares, los que tuvo que invertir en gastos de salud, reconstrucción de la vivienda, destruida por dos incendios y una inundación, y sus cultivos fueron azotados varias veces por las tormentas. Pese a todos esos eventos adversos obtuvo un nuevo préstamo para reactivar su micro empresa agrícola.  Hoy día es una empresaria agrícola próspera que posee y arrienda tierra para la siembra.
Por años nos han dicho que la pobreza es producto del crecimiento demográfico desproporcionado. No puede ser, por naturaleza, un problema el nacimiento de un niño. El problema es la incapacidad del Estado para dar respuesta a las necesidades de desarrollo de sus ciudadanos y esa  posibilidad de la nueva criatura viene dada por la oportunidad que tuvieron sus progenitores  veinte años antes  de que esta naciera. Es una incapacidad  para satisfacer las necesidades de desarrollo que se transfiere de generación en generación y que , con el tiempo,  lo único que cambia  es la cantidad  de ciudadanos insatisfechos  y, con ello, los efectos  que genera la pobreza  en la sociedad, expresados en  delincuencia, violencia, hambre, insalubridad, analfabetismo desempleo, desorden, caos, crimen.

Las universidades que forman los nuevos teóricos de la economía y el desarrollo deberían enviar a esos futuros profesionales a su comunidad natal para que hagan  un diagnóstico real de esta  y con la información de cuántas familias pobres hay, qué recursos tienen, qué habilidades tienen las personas, cuáles actividades económicas  realizan, cuál es su perspectiva y los posibles proyectos productivos, así como las brechas de financiamiento para que  con esas informaciones los estudiantes elaboren propuestas que sirvan como iniciativas novedosas y concretas para lograr un  mundo sin pobreza. En una palabra hacer que el conocimiento teórico sea convertido en acciones prácticas, en productos concretos y utilidades para los sujetos. Las teorías económicas tienen una explicación humana en cada  familia, en cada comunidad. 

jueves, 5 de septiembre de 2013

Vida Útil

     Todo producto tiene una vida útil, así sea perecedero, animado o inanimado.Para este breve escrito me refiero a la vida útil del ser político.
      Hay una cantidad de teorías y ciencias de la educación, una de ellas - la Andragogía-   que  trata de la educación de adultos, plantea que estos solo se motivan a participar o se sienten motivados por aquellas actividades que les producen alguna utilidad. En el caso de la vida política útil en la RD está determinada por tres variables: la profesión, la edad y las "disponibilidades.
     Si analizo con objetividad estas variables tengo que concluir que mi vida útil, políticamente hablando, está casi agotada, porque mi formación base es Maestro y para ejercer ese rol no necesito de la participación activa en política. Según nuestras leyes los dominicanos a los 60 años ya somos chatarras descartables, menos los políticos que no se jubilan nunca. Y en cuanto a las disponibilidades nunca las he tenido y pienso que no las tendré porque el empleo público honesto no permite acumular riquezas y es lo único que hago, salvo algunos chelitos que suelo ganar haciendo algunas consultorías a organizaciones descentralizadas y ONG .
     Ante ese panorama no es inteligente para mí gastar los años que me quedan en una actividad en la que las posibilidades de ascenso y desarrollo son inversamente proporcional a mí: cada año que pasa tengo menos disponibilidades y  mayor edad.De todas formas creo que le debo otro voto a Leonel y a Danilo. Siendo así la fábrica de Presidentes no tiene esperanza en mí porque en el  2020 termino.

domingo, 4 de agosto de 2013

Dios es mi aliado

            La relación  de cada persona con Dios es particular y diferente. Yo no dudo de su existencia y si dudara sé que él no se enojaría conmigo como dijo Benedetti.
          Él es el tipo más simpático y divertido que he conocido y su sentido del humor me impresiona porque tiene una selección interesante de hechos para darse a conocer y expresar el aprecio, la defensa y protección de sus hijos. Su humor también actúa para decir las cosas que considera reprochables.
          Conmigo Dios comenzó a muy temprana edad. La primera advertencia de su existencia me la envió con mi madre en el 1962. Ella tenía tres meses de embarazo cuando decidió acompañar a mi padre a Palma Sola en su condición de activista del grupo que lideraban Los Mellizos. Cada día la situación empeoraba con la llegada de los militares. Mi padre viajó a Hato Viejo para vender un becerro para el sustento de toda la familia y no tuvo tiempo de regresar con el dinero porque la masacre había comenzado. Una parte de la familia fue encerrada en una iglesia y mi madre quedó atrapada con una hermana suya en una casa llena de liboristas. En el vientre de ella había un producto con tres meses de gestación, quienes sobrevieron a la matanza de todos los que habitaban la casa  y a cinco días sin consumir ningún tipo de alimentos.
       Cuando todo se calmó, mi madre, junto a toda la familia, inició el regreso a casa, a pie y en un burro, unos 75 kilómetros. Dios estaba ahí para que ella no abortara y pudiera regresar a su casa para seguir dándole vida a quien el día primero de junio  del año siguiente sería su tercer hijo.
           En el 1995 iba para la oficina de CARE en San Juan para la reunión de los lunes, a una velocidad superior a los 90 Km/hora, cuando en la recta de Olivero un caballo intentó atravesar la pista al frente mío y cuando casi nos encontramos se cayó en el pavimento  y pude pasar a pulgadas de su cuerpo. El chófer de un vehículo del transporte público que vio el acontecimiento me preguntó ¿ qué fue lo que hiciste? Me reí y le respondí: yo, nada.
         En el año dos mil un grupo de compañeros de trabajo planearon un viaje para conocer algunas comunidades del noroeste del país. De repente el plan fue cambiado y me dejaron. Yo desconocía que el viaje estaba en curso cuando  recibí una llamada  de rescate: un accidente del que escapé de forma milagrosa.
          El dos mil fue un año especial porque en uno de esos días que uno disfruta, una mañana, de regreso a la oficina, luego de una visita a la zona rural en el desempeño de mis funciones, una gallina fue la héroe salvadora. Sucedió que en la ruta hacia la ciudad, en un camino lleno de obstáculos, de repente se presentó una gallina como con diez pollitos. La respuesta natural era intentar salvar las aves rurales, como al efecto así sucedió, pero de no haberlo hecho me habría encontrado con otro vehículo que se desplazaba por la angosta vía a una velocidad imprudente y en el carril o calzada que me correspondía, por lo que era de suponer una colisión de frente,¿eh?, que nos habría cambiado el nombre. 
        En el 2004, cuando regresaba a casa de Bánica de mi trabajo en Propesur, luego de que pasé, detrás de mi, a menos de un metro, cayó un árbol gigante, que algunos llaman Caya. Me detuve, a mirar a quien en segundos antes se había convertido en aliado de mi vida. En breve tiempo llego una camioneta y su conductor me preguntó¿cómo pasó? A este le respondí: ella y yo nos pusimos de acuerdo para que me dejase pasar. El conductor dudo y me preguntó ¿va o viene? Mi respuesta a esa pregunta fue: son las seis de la tarde. A seguidas el conductor dijo: "ah, po' e' verdá".
           Parece que Dios, con la ola de calor que nos está afectando, me tenía una broma de esas que él sabe hacerme. Decidí irme al parque de mi barrio  y sentarme  a refrescarme. Todavía aquí uno puede sentarse en el parque a cualquier hora. Sentado allá sentí que me cayeron unas cuantas frutas encima de las matas. En ese momento pensé que era alguno de los jóvenes del barrio haciéndome una broma, pero cada vez era mayor la cantidad de semillas que me caían encima. Inmediatamente pensé en temblor de tierra y eso me hizo mirar la mata de mango que estaba detrás de mí. Antes de cinco segundos ella estaba sentada en el banco que yo dormía y se había puesto los zapatos míos que no tuve tiempo de recordar que andaba con ellos. 
         Ahí está tendida, una mata centenaria, a cuya caída sobreviví, en espera de su recogida, y como una muestra más de que, en definitiva, Dios es mi aliado.

miércoles, 24 de julio de 2013

Como él no hay dos

Cuento esta historia con la única intención de que  quienes me leen sepan que si nos colocamos en la posición correcta es posible ayudar  a un ser humano a ser una mejor persona.

Cuando lo conocí tenía una idea  y una descripción de que era una persona agresiva y peligrosa, capaz de causar el peor de los daños que puede recibir un ser: el atentado contra su vida, igual si es humano o de otra de las especies de la naturaleza, porque a veces siento que los atentados son malos si su blanco somos nosotros. Ese hecho creó cierta barrera para mi acercamiento a ese engendro de Dios, que por demás es especial. No tardó  mucho tiempo en dar una señal de que era posible convertirlo en una persona maravillosa. Quienes lo describían como agresivo, malo y dañino, eran los mismos que lo utilizaban  en distintos quehaceres domésticos, a manera de explotación por su condición de “especial”. Él, con una inteligencia natural, superior a la que le confieren sus vecinos y allegados, cobraba de alguna manera la labor rendida, no importa, en su lógica, el valor del importe. Es así como se produce el primer contacto  o acercamiento: él respondió al llamado  de un vecino más para brindarle el servicio que a lo largo de su vida ha ofrecido en su barrio. Un día carga el agua, otro, los víveres, otro va al colmado a comprar el café o las toallas sanitarias, otro  asea las viviendas, otro paga la luz, otro juega la quiniela, otro pela los víveres para la cena, otro bota la basura. En fin el día que está dichoso realiza las 250 tareas diferentes que hace una mujer en los quehaceres domésticos. No hay una tarea doméstica que él no realice, al menos, una vez a la semana en, por lo menos, diez familias.

Las horas del día están bien distribuidas  y ocupadas. A las seis de la mañana recoge las principales noticias para el día, no importa si se murió un cristiano  o si se trata de un lío en el PRD. Él se da cuenta y se lo informa a todos según la hora de oficio, de llegada y del  interés del tema. A las siete de la mañana hace su primera jornada laboral: lava el piso, busca el agua, si no hay en la llave doméstica, y prepara los condimentos que luego serán utilizados para cocinar el almuerzo. Mantiene el celular encendido  porque a las ocho timbrará para abrir el portón, que él considera su empleo y por el que está dispuesto a librar una batalla a muerte en su defensa y cualquiera que  atente contra él, el empleo,  es considerado su enemigo a muerte, al que si lo considera débil ataca y si es un jubilado de las fuerzas de seguridad del Estado se une él para neutralizarlo y derrotarlo con su propia fuerza. Por la cercanía y la compasión que siente por los adultos mayores  se queda por los predios del portón  ayudando a cualquier anciana desamparada a cambio  de otra tacita de café para completar  la dosis de la mañana que inicia en el patio de una figura de la vida  pública. A las diez está de regreso a casa para cumplir con su responsabilidad  familiar y chuparse uno que otro caramelo, no sin antes hacer un recuento de la mañana y secarse el sudor de las faenas anteriores, ya que recorrerá las habitaciones de la vivienda familiar con un cubo de agua y un lienzo mojado. Eso no lo considera un trabajo porque para él es su deber “ayudar a su madre en la casa”. Luego da una vueltecita a su segunda morada para percatarse de cómo va “la cosa”. Regresa a casa, se baña, se pone unas sandalias que considera atractivas y regresa para el almuerzo con su familia adoptiva. Almuerza, lava los platos, la estufa y se despide: “nos vemos a las cinco para pelar los víveres”, aunque a decir verdad ese no es un plazo fatal porque si se produce un acontecimiento importante o de interés, según su lógica, que suele ser igual a la más lógica de las lógicas, regresa a informar a sus enllaves.

Por  la tarde  responde a la llamada  de una vecina para tareas ordinarias y de paso se echa una tacita de café, unos que otros centavos o refuerza alguna esquinita que haya quedado floja a la una. Las cuatro de las tardes es una hora para mirar hacia el Este, para ver qué vientos soplan  y qué trae de nueva la virgen de septiembre. Se acerca la hora de la cena y hay que regresar a pelar los víveres. Se escucha uno que otro carajo en la cocina porque “peló” poco de esto y mucho de aquello. Responde: “esa mujer pelea por tó”. “Deme lo que voy a pelar”, dice. Esa fue una solución magistral porque él aprendió a contar cuántos guineos, cuántos plátanos, cuántos rulos, cuántas papas, cuántas yucas,  cuántos ñames arreglar para la cena familiar. Ahora solo hace falta que lo escriba y ese es el próximo paso de acuerdo a la teoría de la  escuela freiriana para la alfabetización de los adultos.

Mientras llega la hora de la cena, es ocasión para recoger los acontecimientos del día, no importa si sucedió en el domino, en el parque o en el vecino. Algo habrá de noticia para compartir en la cena, que puede ser desde las ocho hasta las once de la noche, dependiendo del interés del día. A esa hora se prepara para el regreso a casa, no sin antes lavar los platos de la cena porque todo es posible fuera de casa, menos la dormida, y si alguna vez la noche no le ha alcanzado para regresar a casa usted puede afirmar que no ha habido dormida. Y si alguien me preguntara alguna vez quién es, le contesto a viva voz: Miyagui, como él no hay dos, porque con él se dan todas las posibilidades y todas las dimensiones que tiene el ser humano. Y si nos colocamos  en la posición correcta, Miyagui nos ayuda a comprender que siempre es posible aportar  para que los otros sean mejores personas, dándoles la oportunidad que es lo único que necesitan, un espacio para desarrollarse, para ser ellos, para dar lo que pueden dar, a veces dan más de lo que la gente supone que ellos pueden dar.


En tu familia, en tu sector, a tu lado, hay una persona especial, búscala y dale una oportunidad, sin condena previa, apóyalo/ la en su situación  y verás que ambos se sentirán ser una mejor persona porque como tú y él no hay dos. Siempre es posible explorar  las posibilidades como dice mi maestra Montenegro.

miércoles, 3 de julio de 2013

Así lo veo yo.

      Uno de mis cercanos fue sorprendido en la escuela con un "chivo" por el profesor  que lo examinaba. Al día siguiente el colega me mandó a buscar y me preguntó: "¿qué hago?" Mi respuesta tenía que ser esta: bueno, si yo sorprendo a un cercano suyo con un"chivo" tendrá que esperar el próximo examen para aprobar esa asignatura, porque quién ha dicho que los cercanos de los profesores no pueden reprobar una asignatura y el frude no debería discriminar infractores. Si esa es una regla no escrita es la peor de la corrupción y de los tráficos de influencia porque la materia prima traficada es el conocimiento. Imagínese que ese estudiante que no tiene el perfil mínimo requerido se acostumbre a que lo "ayuden" y elija por profesión medicina, arquitectura, ingeniería civil, que son profesiones en las que los errores pueden costar vidas y que por el azar de la vida el "generoso" profesor llegue a la  emergencia de un hospital con una apendicitis, cuya única alternativa sea la cirugía practicada por su ex alumno. Supongo que, si el dolor se lo permite, recodará el desempeño de ese profesional cuando era su alumno y la cuestionante  obligada de la conciencia debe ser: ¿Y será igual como médico? Naturalmente no es ocasión para pensar. Yo solo diría: díganle a mi familia que los quiero mucho y cuchilla.
      Pero el tráfico de influencia y la falta de respeto a los derechos ajenos parece que es una práctica que todos aceptan porque las personas hacen galas de sus enllaves institucionales  y hasta  llaman tonto al que piensa diferente. Cada mes cobro fuera de fecha por no soportar ni buscar las influencias de otros en los bancos. Solo  quiero que se respete mi turno en el "orden" establecido y si alguien se beneficia de él  que sea  porque yo se lo haya cedido. Es irritante pasarse dos horas en una fila esperando tu turno y ver que llega un pegado y de pronto está frente a un cajero.
       Cuando de justicia se trata soy más drástico en mis posiciones. No medio con autoridades judiciales por dos razones simples: si la persona es inocente lo van a liberar porque el único que no miente es el que dice la verdad; y si es culpable yo no lo voy a defender, así sea mi madre o una de mis hijas.
         Es difícil ser como soy, pocos lo aceptan y entienden. Esa es la realidad de la República Dominicana y será así por mucho tiempo. Pero como yo no la podré cambiar a ella, tampoco le permitiré que ella me cambie a mí. 
      Estoy convencido de que necesitamos más instituciones y menos pegados, o lo que es lo mismo: instituciones en  las que todo el mundo esté "pegao".
     ¡Ustedes se imaginan una RD en la que un ministro acude a una consulta médica al mismo centro de salud que acuden los ciudadanos comunes de su sector y éste se siente a esperar su turno según el número de orden! Por favor, no crean que intento parecerme a Alonso Quijano, solo aspiro, y eso, sencillamente, no cuesta.

domingo, 16 de junio de 2013

Los Consejos de Dos Gigantes y un Enano




Me ha causado sorpresa el hecho de que algunas personas  me consulten sobre sus proyectos literarios, e incluso escritores consumados, con más de una docena de títulos publicados, algunos de ellos de mucha calidad literaria, al estilo de los grandes escritores. Contigo voy a la gloria, por ejemplo.

Sin darse cuenta, los que me abordan  sobre temas literarios me obligan  a estudiar a los grandes escritores  para poderles dar una opinión más o menos adecuada a su necesidad, que les aporte algo a su proyecto. Me llena de satisfacción el hecho de que el arte de escribir no es una tarea fácil y no lo dominan ni siquiera los que lo dominan. Así que aquí les cuento algunas de las  opiniones  y experiencias de Gabriel García Márquez  y Juan Bosch en su quehacer literario, como una forma de hace algún aporte  a los que me leen y que aspiran a convertirse en “artistas de la palabra”.

García Márquez y Juan Bosch tienen en común que ambos leyeron o se guiaron de Faulkner, Kafka, Maupassant, Chejov, Hemingway, Quiroga, Alan Poe y Carpentier para comprender la técnica y el arte de escribir.

Escribir, ¿es una casualidad, un oficio que se aprende o ambas cosas a la vez?
García Márquez lo expresa así: “Empecé a escribir por casualidad, quizá solo para demostrarle a un amigo que mi generación era capaz de producir escritores”. “…fue Kafka que, en alemán, contaba las cosas de la misma manera que mi abuela. Cuando yo leí a los diecisiete años La Metamorfosis, descubrí que iba a ser escritor. Al ver que Gregorio Samsa podía despertarse una mañana convertido en un gigantesco escarabajo, me dije: “Yo no sabía que esto era posible hacerlo. Así es, escribir me interesa.”

Juan Bosch nos  cuenta su experiencia como escritor principiante de esta manera: “… yo me senté a la maquinilla a escribirle una carta a un amigo al que quería entrañablemente, y lo que escribí fue el cuento La Mujer, que salió de un tirón. Yo no había planeado ese cuento.” “… toda la miseria, toda la pobreza no solamente del paisaje de la Línea sino de los seres humanos…todo eso estaba acumulado en mi cerebro y en mis sentimientos, y salió de golpe en ese cuento.”

Es obvio que para escribir, las lecturas previas, la sensibilidad y la realidad circundante funcionan como la fuerza motriz del futuro escritor.

¿Cuánto tarda escribir? García Márquez recibió dos consejos valiosos sobre el tiempo. De Bosch escuchó esta expresión: “… el oficio de escritor, sus técnicas, sus recursos estructurales…hay que aprenderlos en la juventud". “ Los escritores somos como los loros que no aprendemos a hablar después de viejos. De Ernest Hemingway aprendió que “no se debía escribir sobre un tema ni demasiado pronto ni demasiado tarde".

El mejor de los consejos sobre el tiempo para escribir lo da el mismo García Márquez: “… nunca me ha interesado una idea que no resista muchos años de abandono. Si es tan buena como para resistir los quince años que esperó Cien años de soledad, los diecisiete de El otoño del patriarca, los treinta de Crónica de una muerte anunciada, no me queda más remedio que escribirla”.

No hay que apresurarse para escribir. La consistencia del tema se impone y la calidad de lo escrito es una condición indispensable para el éxito. La rapidez y la calidad andan caminos diferentes. Hay que romper muchas hojas antes de publicar una página, porque al fin al cabo hay que respetar el oficio. Bosch dice, al respecto: “dos cosas han guiado mi vida de escritor y de político: servirle a mi pueblo y hacer bien lo que estoy haciendo”.

¿Cómo elegir el tema? García Márquez dice: “El coronel no tiene quien le escriba… son libros inspirados en la realidad de Colombia”. La soledad es un tema recurrente en los libros de García Márquez porque según él “es un problema de todo el mundo”. Bosch, en respuesta a una carta de Hilma Contreras solicitándole su opinión sobre un manuscrito suyo, le escribió más o menos esto: no sé quién eres, pero escribe de lo que quieras, menos sobre el amor porque cada uno lo vive a su manera… Ahí donde vives hay ancianos, niños, personas humildes, acude a ellos que son fuentes inagotables para tus cuentos.  Los temas  de la cuentística de Bosch él los revela de esta manera: “…el recuerdo de la miseria, la sumisión a una naturaleza inhóspita, dura, agria, y ese tipo de relaciones entre el hombre y la mujer… surgieron de pronto organizados en un cuento”.

¿Y los personajes, cómo elegirlos? Todo el que escribe tiene uno o varios nombres de personas que son verdaderos personajes a quiénes les da vida y eternidad por sus peculiaridades. Lo que cuesta es hacerlos comportarse como el que escribe quiere que actúen, qué comportamiento es el adecuado para este o aquel tema, a quién representa, a quién esconde, a quién imita, cuánto tiempo vive. Algunos personajes son más dominantes que su creador, como Remedios, la bella, de Cien años de soledad, que por más que quiso matarla el autor no pudo y tuvo que enviarla viva al cielo envuelta en una sábana blanca. Debo admitir que a mí se me ha impuesto uno: Fonchito, el impresionante niño de Los cuadernos de don Rigoberto de Vargas Llosa.

Bosch nos dice sobre la selección de los tipos que actúan en sus obras: “Ese campesino explotado, ignorado, sufrido, trabajador, serio, valiente, inteligente, ese era el personaje de mis cuentos”.

En resumen, se puede decir que escribir es un placer. En esa tarea el tiempo y el tema están determinados por las vivencias y la realidad del que escribe  y para hacerlo, el artista de la palabra, solo necesita la vocación, la formación, la decisión y los medios; este último es el de menos significación porque para escribir el único medio indispensable es el lápiz y el papel. Nunca he olvidado lo que me dijo el escritor más prolífero de esta provincia, Adriano Sánchez Roa: “Para escribir no tengo hora, si acostado en la madrugada me sale una idea, me levanto y la escribo porque si no lo hago puedo perder la inspiración que da el momento y olvidar lo que pensé”. Después de ese día jamás he olvidado una idea, y debo admitir que son escasas, porque tan pronto la tengo la escribo. De hecho algunas veces solo he escrito el tema y luego cuando me encuentro con  el manuscrito ni idea tengo de eso. Si lo piensa, escríbalo y guárdelo, no importa, no tardará 30 años en encontrarlo y entenderlo, porque si para algo no debe haber prisa es para tener un hijo y escribir un libro.





viernes, 7 de junio de 2013

Una Esperanza


El tema de la cobertura y la baja calidad de la educación dominicana es recurrente en los medios de opinión diaria. Con frecuencia se habla de la baja inversión del Estado, la carencia de medios, la no actualización y estandarización del currículo, las deficiencias académicas de los docentes, la brecha digital, el bajo perfil del producto, las escasas potencialidades y discapacidad intelectual de los docentes, y se dice que el quehacer educativo  en los últimos tiempos ha sido reservado para adultos cansados o rechazados de otras aéreas profesionales. Sin embargo, ayer,  en la Peña, entre cantos, piedras y precipicios, tuve una esperanza. Escuché  a un joven profesional decir:” Yo los acompaño a vacunar porque esa es mi responsabilidad, aquí todos me respetan porque vivo con ellos y los acompaño en su actividad”. Continúa  diciendo:”Lo que me paga educación no es una excusa para que yo no haga mi trabajo.”

Ese joven viene de una experiencia única: ser maestro en Francisco José, un paraíso de la naturaleza, al que solo se puede llegar por el medio de transporte más antiguo que conoce el hombre y en el que habitan seres humanos vírgenes a la magia de la luz, el cine, los autos, los helados, el lápiz y la hoja rayada y viven ajenos a la sabiduría de Hipócrates. A ellos acuden unos pocos, algunos para santiguarlos en nombre de Jesús y otros para engañarlos con promesas  de “completar la obra de Dios si les dan una oportunidad en las urnas”.

La actitud de Luis constituye para mí una esperanza por su sentido de responsabilidad social  con una población excluida de todo, menos de la belleza de la naturaleza. No obstante ser una especie en extinción, los profesionales con actitud de entrega y cooperación hacen que la situación deprimente de las comunidades apartadas sea vista con optimismo por los actores sociales que intervienen en ese territorio.
En la Cordillera Central debe producirse un equilibrio y una convivencia armónica entre la vida humana y los recursos naturales, pero ello no es posible si no se mejoran las condiciones materiales  en que transcurre la vida  de los  habitantes de las más de 900 familias que  viven en unas  30 comunidades  en el interior de la que es la “madre de las aguas” de la Isla.

La cobertura de salud, educación y los programas sociales debe ser garantizada. Sería ideal constituir una UNAP móvil o itinerante, con los recursos, equipos y medios de transporte adecuados  para ofrecer a esas poblaciones los servicios básicos de salud establecidos por ley. En ese sentido sería interesante hacer un acuerdo con la Iglesia Católica que es la institución  que más ha invertido  en el desarrollo de esas comunidades, en el que se establezca  que dentro de las religiosas que envían las congregaciones, algunas sean enfermeras para que, junto a los promotores comunitarios, funcionen  como extensionistas de los programas de salud, debido a que son las religiosas las únicas personas que visitan con regularidad a esas familias. Otra alternativa sería  darles formación técnica en salud a los profesores de las 20 escuelas enclavadas en la Cordillera Central para que estos sirvan de apoyo a las actividades del MSP en sus respectivas comunidades. Esto se podría hacer con acuerdos locales o  institucionales desde los ministerios.


Así hay una esperanza de que los seres humanos  que habitan la Cordillera Central tengan vida y la tengan en convivencia armónica con Dios y con los recursos naturales y ojalá que vuelvan las faldas verdes  que cubren las montañas y los cerros pintados de arco iris  y que el sudor de las cañadas vuelva a correr cristalino, abundante y puro para que llegue a las ciudades y les dé vida.

viernes, 15 de febrero de 2013

Perfil del PLD en Elías Piña


El Partido de la Liberación Dominicana en Elías Piña, como toda  organización social, es una expresión de la realidad política y social de la provincia. Su estructura responde al esquema nacional. En sus orígenes surge con un reducido número  de personas  con cierto nivel educativo, provenientes de la clase media baja, en su mayoría jóvenes profesores y estudiantes universitarios. En ocasiones se llegó a escuchar a personas con escasa formación decir  que el PLD no era para  “brutos campesinos”. En la primera vuelta en las elecciones del 1996 la organización de Bosch quedó en el tercer lugar en esta provincia .Fue después que Leonel Fernández ganó las elecciones fruto del pacto con el PRSC que la matrícula de simpatizantes del  PLD se multiplicó con gente provenientes del Partido de Balaguer. Es en las elecciones congresuales y municipales del 1998 cuando el partido morado obtiene por primera vez el primer lugar, ganando la senaduría el ex compañero Manuel Osías Arciniega al entonces caudillo Florentino Carvajal Suero. En  las elecciones internas para seleccionar el candidato presidencial del 2000, el partido oficial tenía menos de cien miembros en toda la provincia. Fue  a partir de la consigna de “un millón de miembros” que el PLD creció aquí.

¿Cuál era el perfil de los futuros miembros del PLD en esta provincia, los que traerían cambios cuantitativos, cualitativos y estructurales en la organización?

Elías Piña tenía en ese momento un 41% de analfabetismo y un 70% de la población eran agricultores que vivían en la zona rural. Los que se matricularon en la escuela solo alcanzaron un promedio de cuatro años  de escolaridad en su gran mayoría. Hoy por hoy los indicadores negativos en nuestra provincia son casi el doble de la media nacional. Sin más universidad que la UCE en donde había una limitada oferta académica: o se estudiaba Educación o se estudiaba Agronomía. Los profesionales de otras áreas tenían que venir de otra parte del país por lo que no hacían vida política aquí. Eso explica que para el 1990 el PLD aquí tenía un solo médico. La economía familiar era, y es todavía, sustentada sobre la base de la producción agrícola y pecuaria, pequeños comercios y los empleos públicos. De hecho, el censo del 1993 determinó que el 92% de la población eran pobres y el 64% eran indigentes.Por todo lo expuesto es que el PLD se nutre de sectores conservadores, agricultores, amas de casa, provenientes mayoritariamente del Partido Reformista y en menor proporción del PRD y, con estos, algunos nuevos electores, los que pasaron a formar parte de las estructuras  organizativas del partido. Es bueno señalar que aquí todo el mundo está inscrito en algún partido político por lo que los independientes no existen.
El proceso de masificación no estuvo acompañado de un plan de formación para los nuevos miembros y mucho menos para continuar la educación de los miembros viejos. Esa imprevisión, junto al bajo nivel educacional de los matriculados, como característica general de la población, hace del PLD de Elías Piña un partido diferente al estándar nacional. Así lo refleja el funcionamiento de sus estructuras con una dirigencia con perfiles caudillescos, hasta el punto que en los municipios Bánica y Pedro Santana es como si estas no existieran.

El PLD en esta provincia tiene un liderazgo colegiado formado por unos diez dirigentes con formación política y profesional. Los grupos etarios y sectores como la mujer y la juventud no tienen una figura representativa en la organización. Esto coloca a esos dos segmentos en desventaja con el liderazgo municipal y provincial. Los dirigentes provinciales del PLD se caracterizan por:
*      No ser capaces de articular una propuesta común de fortalecimiento de la organización
*      Actúan de manera sectorial y bajo la lógica  de sus aspiraciones particulares y sectoriales
*      El análisis de los resultados electorales y las potencialidades de la organización es nulo
*      La convivencia armónica, en la diversidad, no se da
*       Viven fuera de la provincia en su mayoría; algunos se ausentan en temporadas enteras y regresan de manera oportuna, por lo que su trabajo político es intermitente
*      No hacen opinión pública y los que la hacen es a través de equipos de comunicación con pésimo manejo
*      No hay una figura que por su desempeño sea vista como el líder del partido. Hay nombres que la población escucha sin que uno de ellos sea capaz de juntarlos a todos.

Pese a todo ello, tres hechos actúan a nuestro favor:
Ø  La gran inversión que hizo el gobierno de Leonel en la provincia
Ø  El buen gobierno que está haciendo el Presidente Medina, con niveles de popularidad altísimos y, por último, aunque parezca coyuntural,
Ø  El descalabro del PRD se está expresando en la huida o fuga de cuadros importantes, junto a los nuevos electores que no se sentirán motivados por un partido en crisis, los  que podrían ser captados por el partido de gobierno.
Así nos encuentra el VIII Congreso Norge Botello. Ojalá que este sirva para dinamizar las estructuras y reencontrarnos  con el partido que Bosch soñó.

miércoles, 16 de enero de 2013

Mujeres, inevitables



Cuando la joven escritora Hilma Contreras le envió  el borrador de un cuento suyo a Bosch para que éste le diera su opinión, él le respondió  más o menos, en éstos términos: " no sé quién eres pero te recomiendo que escribas de cualquier cosa, menos sobre el amor porque cada persona lo  entiende y vive a su manera. En tu alrededor hay muchos temas, escucha a los ancianos y a las personas humildes de tu comunidad".

Tenía mucha razón Bosch. Los ancianos y los más humildes tienen una acumulación de experiencias capaces de regalarle un nóbel a un artista de la imaginación y de las palabras. Aunque es difícil hablar de las mujeres sin que el amor contamine el escrito porque parece que mujer y amor es lo mismo, aquí va mi intento.

En mi infancia la única mujer que veía a cada hora era a mi madre. No tuve hermanas. En esa época vivíamos  en la ruta de la noria. Regularmente tenía la oportunidad de convivir con niñas que, al igual que yo, acudían a buscar el agua para los quehaceres domésticos y para el consumo familiar. Gracias  a esas compañeras de labores comencé a conocer el pensamiento  y la naturaleza femenina. Iban de todas las edades, siempre por la mañana. Las más adultas acudían por la tarde a darse un baño después de las labores domésticas y productivas. Incluso algunas se hacían acompañar de sus esposos, ocasionándoles algunas dificultades a las  que iban sin estos porque para bañarse había un único espacio. A veces tenían que esperar a cierta distancia  hasta que la pareja termine de bañarse. Más tarde mi roce social con las mujeres aumento por mis estudios en el Nivel Básico. Acudía a la escuela de la comunidad. Respetaba a mis compañeras como si estas  fueran las  hermanas que no tuve. Iba a primera hora  de la mañana porque, a veces, tenía que buscar el agua  de cocinar los alimentos o para mi maestra. Básicamente le busca agua y leña porque era parte de la responsabilidad mía en la familia. Ellas limpiaban la escuela. Los niños más grandes que yo tenían la responsabilidad productiva en la escuela y en la familia. Años más tarde  esas experiencias me servirían para mi vida de emigrante del campo a la ciudad, un fenómeno de movilidad social ascendente en esa época  en la República Dominicana, propio de las limitaciones de los servicios básicos en la zona rural. Dios me proporcionó como hogar una vivienda habitada por dos adultos mayores en la periferia urbana, con las mismas características de mi  realidad familiar. Inicié  la intermedia en compañía de quienes ni siquiera conocía. No tardé mucho  en quererlos como  al que más de mi familia. Imaginé  que con ellos viviría los últimos  seis años  de estudio  para graduarme de bachiller. Después  de dos años, mis padres  adquirieron una casita para que curse los cuatro grados restantes. Inseguridad, preocupación, dudas, eran mis compañías los primeros días de mi vida sin la presencia de una mujer en mi casa. A veces cocinaba, otras no, porque  recibía  la solidaridad  de mis mejores vecinas.Y no faltaron los días que me iba en blanco. Todo tiene sentido y nos deja una experiencia que contar.A veces solo falta un gesto, una disposición, un apoyo para dar el empuje que necesitas en la vida.No dejes de rodearte de gente maravillosa, que están ahí a tu alrededor listos para ejercer el rol que les toque.

Cinco mujeres  no son todas  de las cuales hay algo en mí, pero estas son la selección de la memoria para decir que todos somos creados, inundados, amados, protegidos, cuidados, salvados, convertidos en mejores personas, por la existencia e influencia de ese ser maravilloso. Madre, amigas, hijas, esposa, ¿hermanas? Mujeres, inevitables, necesarias, indispensables, purificadoras del alma, garantía  y continuidad de  la vida. Mujeres.

viernes, 4 de enero de 2013

La Educación: un producto multifactorial.


Bruce Fuller dijo que hay cinco aspectos o elementos que influyen en el resultado de la actividad educativa. Según él, la capacitación de los recursos humanos, la disponibilidad de biblioteca, el acceso a la tecnología, la planta física y mobiliario y, por último, el currículo, son determinantes fundamentales para que se dé una buena educación.

 La capacitación de los docentes deberá tomar en cuenta no solo  el perfil profesional de este, sino también características personales necesarias para un buen desempeño como educador, sin que esto signifique una discriminación a los que tengan alguna discapacidad. De hecho en las aulas, hoy día, hay una gran cantidad de docentes con la mayor de las discapacidades: la intelectual/profesional. La evaluación de los bachilleres, los técnicos y los profesionales egresados de nuestros centros educativos es un espejo de la competencia profesional de nuestros educadores. La mejora en  las prácticas pedagógicas es una necesidad. La mayoría de profesores limita su trabajo a lograr que los estudiantes hagan la transcripción, a veces parcial,  y  estudio de los contenidos que están en los libros de texto que proporciona el Ministerio. Eso me hace ver con simpatía la propuesta del presidente Medina de traer formadores de otras latitudes para que en lugar de educadores tradicionales y reactivos tengamos profesores competentes, modernos, proactivos,  facilitadores de procesos, que apoyan la construcción de conocimientos. La formación docente debe ser permanente, con un enfoque moderno que renueve los conocimientos  e inserte al maestro en la dinámica tecnológica de hoy día.

La biblioteca es de capital importancia porque la escuela tiene el rol de inducir al estudiante a la investigación y la lectura para ponerlo en contacto con el mundo intelectual. En la actualidad este bien es un privilegio privativo de muy pocas escuelas y las que tienen una biblioteca muchas veces funcionan como un “almacén” de libros que la última vez que le pusieron las manos fue el día que la instalaron.Fui bibliotecario, como García Márquez, y en semanas el único lector que tenía la Biblioteca Parroquial era yo.

La tecnología es, en la actualidad, a la educación lo que son los árboles a las aves, un medio indispensable. Ya la pizarra, la tiza y el libro impreso no deberían tener el protagonismo para la educación que tenían  la leña, el burro y la yunta de bueyes para cocer los alimentos, el transporte y la agricultura, respectivamente, hasta finales del siglo XX. El computador, el proyector de imágenes, el dominio de programas informáticos, el acceso a la Internet cada día se hace más necesario en la labor docente.

No es posible educación de calidad con techos inseguros, sobre poblados y con mobiliario escaso y destartalado. Para pensar y producir conocimiento se necesita tranquilidad. La mejora de la planta física y el suministro de mobiliario adecuado influye positivamente en el proceso educativo.Es usual encontrar una sección de 50 ó 60 estudiantes en un aula con capacidad para unos 30 alumnos.

El currículo es, junto a la capacitación y selección de los recursos humanos, uno de los ejes centrales de la educación porque de su diseño depende el producto de la acción educativa. El perfil del bachiller, del técnico, del profesional egresado de de nuestros centros educativos es el resultado del currículo aplicado por el Sistema Educativo Dominicano, en todos sus niveles. El re diseño de la educación dominicana tiene que comenzar con una profunda revisión de este para evaluar el nivel de profundización, la calidad, la cantidad y la pertinencia de los contenidos por  áreas o carreras.

En mi opinión, en esta lista de Fuller habría que incluir el contexto sociocultural, el salario y la nutrición como elementos muy importantes a la hora de evaluar los resultados de un sistema educativo. La integración de la comunidad al proceso educativo, la motivación del docente y la garantía de la alimentación de los estudiantes son claves en el cumplimiento de la carga horaria, el currículo, la conservación y protección de los recursos de la educación y habrá mejores resultados del año escolar, expresados en menos repitencia, menos deserción y menos conflictos escolares.

En sentido general nuestras escuelas deben mejorar la atención a los diferentes ritmos de aprendizaje, la relaciones interpersonales, la ambientación y organización de la clase, la selección de los métodos y los recursos de enseñanza, la vinculación de los contenidos curriculares con el contexto, la cantidad, la calidad y la profundización de los contenidos impartidos, la forma de evaluar porque la que se hace es una actividad casi exclusiva del maestro, el sistema de información y, por último, el cumplimiento de la carga horaria.
En definitiva la educación es un producto social en la que inciden distintos determinantes que conjugados entre sí afectan el resultado de forma positiva o negativa. La nuestra necesita de una transformación trascendental para que sus productos respondan a los requerimientos del contexto nacional e internacional. ¿A cuántos de ustedes se les habrá presentado un/una joven recién graduado/a solicitándoles trabajo y cuando les preguntan qué tú sabes hacer la respuesta inmediata es una sonrisa tímida para a seguidas decir “cualquier cosa”? No es posible continuar graduando a personas que sepan hacer “cualquier cosa o de todo”.