jueves, 22 de octubre de 2015

La participación social y política en Elías Piña

Con frecuencia escucho críticas a los congresistas de esta provincia por su poco vínculo con sus electores. Algunos de ellos son miembros activos y productivos de comisiones importantes en su nivel de desempeño. En mi caso nunca he tenido incidencia en ningún congresista, pero la desvinculación con los ciudadanos no es una limitación solo de congresistas y alcaldes, sino que es común en actores y funcionarios  locales que su área de acción es el territorio de la provincia o municipio.
La participación social es una expresión muy acuñada en las campañas electorales por gente que tiene aspiraciones a posiciones, pero son y han sido  en su paso por la Administración Pública burócratas infuncionales. La participación de las poblaciones en el desarrollo de su localidad no es un discurso, es una característica o aspecto de la democracia que se expresa en hechos concretos. Cuando la Iglesia Católica hace un diagnóstico, prioriza unos problemas y elabora una propuesta para dar respuesta a una necesidad concreta en La Sierrecita, lo hace con los líderes de esa localidad. Si obtiene el financiamiento para el acueducto, por ejemplo, va a la comunidad y le explica que consiguió los fondos para el proyecto y discute con ellos las responsabilidades de las partes, porque la participación social está cuantificada en la propuesta y sin esta no es posible construir el acueducto o la iniciativa, cual sea. Por eso cuando un político me dice que en un mandato suyo la población tendría una participación activa en las decisiones y proyectos que ejecute, examino cuál ha sido su comportamiento en los roles anteriores que ha tenido, porque a mi no me puede hablar de participación social quien no ha tenido ninguna experiencia en ese sentido. Participar significa "ser parte de" y quien no ha dormido en una Estera en Hato Viejo, o no ha visto un perro durmiendo a las dos de la tarde en medio de las piedras del fogón en la cocina de una familia en La Lomita, no ha tenido "participación" en la pobreza.
En las ofertas electorales, aunque es muy acuñado, el eslogan sobre la participación no es suficiente, hay que acompañarlo de las evidencias concretas que lo hagan creíble y en el caso particular de esta provincia no se observan avances en ese sentido por el escaso desarrollo social y político de sus actores.¿Qué podrá aportar al desarrollo de la participación social un funcionario electo que apenas puede firmar su nombre, sin ni siquiera el Nivel Básico aprobado?. 
La participación de la mujer es aun más triste. Elías Piña tiene pocas mujeres con incidencia provincial y las que  ha tenido la pierden porque interactúan de forma intermitente y ocasional a propósito de procesos electorales.