domingo, 10 de julio de 2016

Género en extinción

El desarrollo se mide por variables como ingreso, acceso a servicios, disponibilidad de bienes, el conocimiento, capacidad de respuesta. Está asociado a cultura de trabajo e inversión inteligente en medios productivos, servicios y desarrollo humano.
Las personas son el gran activo de una sociedad porque son quienes diseñan y ejecutan la marcha de ella. El perfil de su gente define el perfil de sociedad existente, porque esta es la suma de cada individuo, con sus conocimientos, habilidades, destrezas, limitaciones, vicios, virtudes, pasiones, intereses. Rousseau concibe al hombre como un producto social, en el que el contexto va dejando su sello particular. Según él, cada persona es el producto de su sociedad.
Con frecuencia escucho que toda la culpa del bajo desarrollo de Elías Piña la tienen los políticos y la mala calidad de la educación, pero resulta que los docentes y políticos no son de Marte, son sujetos producto de la sociedad de la provincia. Cuando un estudiante de esta provincia sobresale en el nivel profesional en el territorio nacional o en el extranjero, graduado de los centros educativos de la provincia, recibió el mismo currículo y la facilitación de los mismos docentes de los estudiantes de bajo rendimiento. Fuller dice que los resultados de la educación están determinados por los medios, el currículo, los recursos humanos; destaca entre los medios el acceso a la tecnología, la biblioteca, el mobiliario y la planta física. Esos elementos son parte de la responsabilidad política, pero la responsabilidad individual que tiene la persona no puede ser sustituida por otro actor del proceso.
Es cada vez más decreciente la inversión de recursos y tiempo de las personas a alimentar su intelecto. Y no se trata de titularse y especializarse en esta o aquella área, es hacer del estudio y la lectura una cultura, sobre todo si su actividad es construir capacidades, es decir, que la materia prima de su empresa es el conocimiento. Me impresiona cuando profesionales de otras latitudes pueden abordar sin dificultad temas diferentes a su área de formación, muchas veces con mayor profundidad que los "especialistas" locales. Cada día son menos los profesionales que pueden abordar el tema del desarrollo de forma holística. Hay un discurso, eso sí, pero cuál es el aporte que hacen para que nuestros graduados mejoren su perfil y exhiban una cultura general, similar a sus pares de la América de Bolívar, o al menos del país. Cuál es el aporte para mejorar los servicios básicos, para un uso sostenible de los recursos naturales, para aumentar la producción de la actividad agrícola y pecuaria. La planificación y la gestión de riesgos son temas desconocidos y de poco dominio en nuestros profesionales, de la investigación ni se diga porque implica el uso de procedimientos y herramientas científicas.
En el sector salud hacen congresos para actualizar conocimientos de temas y patologías, introducen innovaciones en procedimientos, pero ¿cuándo fue el último congreso para abordar de forma científica un tema de la educación, agronomía, ingeniría, otros, que participaran profesionales que hacen vida en Elías Piña?
Ese es el reto, convertir al profesional en un ente que se renueva permanentemente y que tiene cultura general sobre temas del desarrollo porque ese género humano esta en extinción.
 La resiliencia es disciplina y filosofía de vida.

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