jueves, 17 de mayo de 2018

La sorpresa de las visitas



A raíz de la selección de Danilo Medina  como candidato a la Presidencia de la República  para las elecciones del 2012 intente conectarme a sus páginas digitales para interactuar a través de sus cuentas con él  y sus administradores. Un día lo oí decir que su cuenta personal en las redes sociales la administraba una de sus hijas y me anime a escribirle, motivado por su eslogan de campaña: “Continuar lo que está bien, corregir lo que está mal y hacer lo que nunca se ha hecho”. En verdad me gusto lo de “hacer lo que  nunca  ha hecho” por una situación especial de mi provincia: los puentes de los municipios de El Llano y Hondo Valle colapsaron y tenían más de un periodo gubernamental en construcción. Un día vi la publicidad de los candidatos del PLD colocada en ellos y dije que si hubiese sido yo no permitiera que se coloque mi imagen en una obra de la que soy corresponsable y no se ha terminado en más de un periodo gubernamental, congresual y municipal. Obviamente eran obras pequeñas, de una provincia con pocos electores y municipios pequeños, y como tal no eran prioridad porque las grandes ciudades, y con ellas las grandes obras, consumarían la mayoría del presupuesto de la nación.
Es en ese contexto que me motivo a proponerle al candidato que hacer lo que nunca se ha hecho era equilibrar la inversión pública  de manera que se hagan las grandes obras y también las pequeñas, que son también grandes para esos territorios que tienen la carencia o el problema. Debo confesar que el presidente Danilo Medina ha superado con creces mis expectativas y ha cumplido el 100% de esa parte de su eslogan de campaña. En seis años de gestión ha venido más de diez veces a esta provincia, y él lo avisó en su visita a este pueblo en campaña para su primer periodo, más o menos en estas palabras: “cuando un vecino ve una paila en el fogón de al lado se alegra porque algo le llega”; y se refería, en ese momento, a que si él llegara a ser Presidente a esta provincia le iría bien porque es de San Juan y, por vía de consecuencia, nuestro vecino. La práctica de buen vecino a mi me ha ayudado mucho a lo largo de mi vida y no es que sea un velón, es que como me gustan las frutas y las cosas dulces me llegan de todos los lados y cuando estudiaba en Sabana Larga, a veces, si no era por mi tío vecino, me iba en pasta al medio día para la escuela en la tanda vespertina.
 En realidad ha sido así, el presidente Medina terminó la construcción del puente de El Llano y de Hondo Valle, reconstruyó la Carretera Matayaya- Pedro Santana, terminó y construyó nuevos proyectos habitacionales, reconstruyó y construyó varias escuelas y liceos, reconstruyó dos de los tres hospitales de la provincia y el otro está muy avanzada su reconstrucción.
Y dejo de último el sector productivo y lo hago para hacer una mención especial de este. La economía  de la provincia  Elías Piña está basada fundamentalmente  en la producción agrícola y pecuaria, los pequeños comercios, el intercambio comercial con Haití y los empleos públicos. Y esta gestión del PLD ha impactado de manera positiva a cada uno de esos sectores. Los invernaderos y el proyecto agroforestal de los municipios de bloque sur de la provincia, Hondo Valle y Juan Santiago, desde ya están impactado la economía, los recursos naturales y el medio ambiente de la zona. Siempre he dicho que para detener la deforestación hay que ofrecerles alternativas a los agricultores porque entre vivir y el árbol, en el mediano plazo, el campesino optará por vivir. Eso es lo que ha hecho ese proyecto: les proporciona otra forma de vida a aquellas personas que su único medio de producción  era la agricultura en predios enclavados en las cordilleras y montañas de esos municipios. La entrega de tractores, camiones, financiamiento para la pecuaria y la agricultura, la reconstrucción de sistemas de riego a productores de Guayabo, Comendador, Bánica y Pedro Santana no tiene precedentes. Una comunitaria le dijo  al presidente Medina en su reciente visita a esta provincia que “estamos cansados de chantajes” y él le respondió con propiedad: “no es chantaje señora”. Y no es chantaje, las obras están ahí, todos, sin mezquindad, las podemos ver: ya los camiones llegaron.