martes, 18 de junio de 2019

Sí, ¿pero no?

Oigo  y  leo que hay que iniciar la implementación de la Atención Primaria de Salud. Ese solo hecho me hace pensar que hay un total desconocimiento de la estrategia como forma de fortalecer la salud pública en la República Dominicana.
El concepto de atención primaria de salud surge de la asamblea que la OMS celebró en el 1978 en Alma Ata. La declaración final de ese evento señala que "la atención primaria de salud es la asistencia sanitaria esencial,..., puesta al alcance de todos los individuos y familias de la comunidad mediante su plena participación, y a un costo que la comunidad y el país puedan soportar durante todas y cada una de las etapas de su desarrollo, con espíritu de autorresponsabilidad y autodeterminación. La atención  primaria forma parte integrante tanto del sistema nacional de salud, del que constituye la función central y núcleo principal, como del desarrollo social y económico global  de la comunidad. Representa el primer nivel de contacto de los individuos, la familia y la comunidad con el SNS, llevando lo más cerca posible la atención en salud al lugar de residencia y trabajo, y constituye el primer elemento de un proceso permanente de asistencia sanitaria".
Es fácil comprender que en la definición que ofrece la OMS de la APS se apela a aspectos que  tienen que ver con garantía de calidad, eficiencia, acceso y cobertura universal de los programas de salud en los distintos escenarios y audiencias. La APS es una estrategia que  permea todos los niveles de atención, con mayor incidencia en el primer nivel, expresado en un equipo de salud, que le ofrece una cartera de servicios básicos a una determinada población, en un territorio delimitado, al que han llamado ESAF, UNAP o CPN, este último nombre privilegia la edificación sobre el conjunto que engloban los dos nombres anteriores.
Supongo que cuando hablan de "implementar la AP" se refieren a fortalecer las acciones que implica esa estrategia con miras a mejorar los indicadores de salud de la República Dominicana.
En realidad se está implementado la APS en el primer nivel de atención y en todos los demás niveles del Sistema Nacional de Salud, lo que pasa es que sigue concentrada en los servicios curativos y de rehabilitación. En la UNAP el médico está esperando que le llegue el dolor de cabeza, la diarrea, las infecciones respiratorias, el herido para atenderlo; eso ocupa el 80% del  tiempo del equipo de salud. La atención a la morbilidad es solo un componente de los ocho que integran la APS. El 20% de tiempo restante el equipo de la UNAP lo emplea para hacer promoción de la salud, garantizar acceso a  agua segura y vigilar la salud del ambiente, inmunizar a la madre y el niño y ofrecerles  cuidados pre y pos natal, atención a la nutrición, vigilancia de las enfermedades transmisibles  y el aseguramiento del tratamiento a los crónicos de su territorio.
Ese desequilibrio en la distribución del tiempo, la oportunidad y la calidad de la atención, la capacidad instalada, la cobertura, son los retos que tiene el MSP para fortalecer la APS.
Cuando el médico de Sabana Cruz va en una motocicleta a Manyaya para darle seguimiento a una puérpera está haciendo AP; cuando el cirujano le dice al usuario intervenido que evite movimientos bruscos y hacer fuerzas durante su proceso de recuperación en la casa está haciendo AP porque la promoción de la salud intenta evitar la enfermedad, la curación busca evitar daños mayores y el más catastróficos de todos, la muerte, y la rehabilitación busca reinsertar al afectado a su vida cotidiana. En consecuencia, todos los niveles de atención intentan prevenir un daño mayor.
A lo que todos aspiramos es a servicios de salud sostenibles y a cobertura de la seguridad social para toda la población. No es posible que hoy día los habitantes de la Sierrecita, Bartolo, Francisco José, otras, solo reciban atención en salud en jornadas puntuales. La dinámica  y la movilidad de los equipos de salud en los territorios debe mejorar, con la ejecución de las estrategias apropiadas para cada localidad.¿Por qué no hay un equipo de salud itinerante que lleve los programas de salud a aquellos sectores apartados que el personal regular de la UNAP no puede alcanzar porque no dispone de los medios para esos fines?.
La APS constituye una estrategia que debe ser redefinida y revitalizada con nuevas modalidades de atención tomando en cuenta las características particulares de cada territorio y población. La tecnología, los medios, las redes sociales son recursos valiosos y pueden ser aliados de la salud pero no sustituyen el contacto directo del personal de salud con el individuo, la familia, la comunidad. Ver un promotor, un médico, una enfermera en una vivienda enclavada en la Cordillera Central, sería un buen indicador de cobertura universal, sobretodo si se entiende que por ahí hay adultos mayores que no han visto un automóvil ni energía eléctrica.
La aparición del COVID-19 ha confirmado los hallazgos del ejercicio FAHUM realizado el año pasado en el sentido de que el mundo no esta  preparado para dar respuesta a un evento repentino de salud a gran escala y los países como el nuestro son mas vulnerables con carencias básicas que afectan su capacidad de respuesta como reactivos, protocolos, áreas de aislamiento, recursos humanos con el perfil  y el aprovisionamiento requerido, bajos niveles educativos de la población, retos que el Estado debe enfrentar a la mayor brevedad posible por la velocidad con que se expande ese virus en los territorios que afecta.