A mediado del año de 1992 el Dr.
Paulino Lorenzo Lorenzo, que es un emprendedor convencido de que solo se
progresa a través de la educación, entre varias ideas que le vienen a la cabeza
me planteo que creásemos un liceo nocturno, lo que me pareció una buena idea,
lo hable con Padre Tomas y Padre Guillermo y les pareció bien. El domingo de
esa semana se hizo el anuncio en la misa de que las inscripciones para cursar
el bachillerato de noche estaban abiertas. En septiembre iniciamos el primero
con 4 estudiantes y Paulino Lorenzo consiguió con Cesáreo Ramón, paz, quien fue
un gran soporte para echar adelante la iniciativa, que los inscribiera en el
liceo Gastón F. Deligne en condición de estudiantes libres para fines
oficiales. Así se inició el liceo nocturno Gastón F. Deligne como una alternativa de estudio para los
hombres y mujeres de este municipio que interrumpieron el bachillerato porque
se han integrado a la vida productiva, se han casado, o han asumido cualquier
otra responsabilidad de la vida adulta y que no pueden ser admitidos en los
otros centros del mismo nivel que funcionan aquí, porque solo ofertan
oportunidad de estudio en las tandas matutina y vespertina.
En el año 1996 fue
oficializado centro de estudios del Nivel Medio en la modalidad de Media
General, hoy día, Modalidad Académica.
En él estudian amas de casa,
domésticas, moto conchos, chiriperos,
pepeseras y no ha faltado una que otra trabajadora
sexual. En una misma aula se han juntado la abuela, la madre y el hijo para
terminar la educación media, luego de haberla abandonado hasta por 40 años. En
un aula, a veces, se puede presentar una situación tan compleja que pueden
coincidir en la misma sección las dos parejas, el esposo, el ex esposo, la ex
esposa, que se a su vez tienen hijos y
los conflictos e intereses que esto genera, ya sea por manutención, por celos,
por comunidad de bienes. En ese contexto transcurre la docencia en el liceo
nocturno Gastón F. Deligne, que no hay que ser un cientista social para saber
que es un escenario en el que se producen conflictos frecuentes y los que el
docente tiene que manejar para que se produzca un equilibrio y la armonía
necesaria, que permitan la producción de los aprendizajes esperados.
A la compleja
realidad de la matrícula de las escuelas nocturnas hoy, además de las características
descritas en el párrafo anterior, se les
suma que es alimentada por la presencia de inmigrantes haitianos, en algunos
casos con documentos incompletos y sin el permiso de residencia en territorio
dominicano.
Si se le hace una prueba de nivel a la matrícula de las escuelas
nocturnas del Nivel Medio no aprueban el 4to. grado del Nivel Primario, al menos
en las asignaturas objeto de Pruebas Nacionales.
Ese panorama sombrío se complica ahora en tiempos del
COVID-19 para la educación nocturna. Primero porque la llamada “República Digital”
no alcanza a los estudiantes ni a los docentes que laboramos en escuelas
nocturnas. Segundo porque la matrícula de esos centros educativos está
alimentada por gente que no tiene garantizada la comida y mucho menos podrán tener
un celular inteligente con acceso a internet, de hecho las tareas complementarias
en línea para terminar el año escolar 2019-2020 las realizaron de 5 a 10 estudiantes
por sección porque los demás no tienen ni celular inteligente y los que
disponen de un equipo no tienen cobertura de internet. Tercero porque la
cobertura de internet en la provincia de por si es limitada. Hoy fui a visitar
una familia amiga en Sabana Mula y para llamar o responder hay que ubicarse en
puntos específicos, imagínense una clase por Zoom, Skype, FB live, WhatsApp. Lo
lindo de eso es que probablemente los estudiantes tengan mayor dominio de esas
herramientas que sus docentes, solo que no tienen acceso a ellas por su condición
económica. Y lo digo por mi, cada vez que tengo un evento en línea tiene que
auxiliarme Adilni porque o introduje el código, contraseña o un número mal, o
porque tengo el micrófono apagado. Si algo habrá positivo del COVID-19 será que,
definitivamente, los profesores tendrán que familiarizarse con el uso de las
TICS en su tarea docente.
El MINERD tendrá que repensar las alternativas
disponibles para dar respuesta a cada situación, no hay una forma uniforme, hay
que ir a los territorios y explorar alternativas ante las dificultades de
cobertura, infraestructura, espacios y una
tecnología apropiada para evitar las clases presenciales. Parece que las guías teóricas
y prácticas impresas serán herramientas necesarias para territorios con escasa
cobertura telefónica e internet.