Las memorias constituyen un material de primera mano que nos proporcionan datos de la persona en cuestión y del mundo en que vivimos. De ahí que inicio esta sección de comentario de la obra literaria de un autor con Juan Jacobo Rousseau por ser uno de los escritores que mas ha impactado en mi formación y pensamiento. Nota biográfica resumida. Jean Jacques Rousseau nació en Ginebra, Suiza, en 1712. Hijo de un relojero y nieto de un pastor calvinista. Su madre murió al poco de nacer el y su padre hubo de exiliarse cuando el infante contaba con solo diez años de edad, por haber tenido un lance de honor con un militar francés. Su padre puso al alcance del futuro filosofo las “Vidas Paralelas”, de Plutarco, en las que el niño empezó a admirar la cultura clásica, y una multitud de novelas que le hicieron derramar, prematuramente, las lágrimas del corazón. En el resto de la vida de Rousseau se funden acuerdos y desacuerdos, placeres y sufrimientos, éxitos y fracasos.
Su obra. Son famosos sus ensayos sobre el origen de la desigualdad entre los hombres y el Contrato Social, así como sus novelas El Emilio y La nueva Eloisa. Según el autor en estudio, la desigualdad es el mal original, el que engendra todos los demás. En el discurso sobre el origen de los fundamentos se lee: “La extrema desigualdad en la manera de vivir; el exceso de ociosidad en unos y el exceso de trabajo en otros; la facilidad para excitar y para satisfacer nuestros apetitos y nuestra sensualidad; los alimentos demasiado rebuscados de los ricos que nutren de jugos ardientes y los agobian de indigestiones, la mala alimentación de los pobres, de la que carecen incluso la mayoría de veces, y cuya falta les lleva a sobrecargar ávidamente su estòmago cuando se presente la ocasión…” Este fragmento por si solo confirma el planteamiento del autor sobre las desigualdades como causa mayor de los males sociales. El Contrato Social de Rousseau es una de las obras que más influencia ha ejercido en el terreno de la teoría y las prácticas políticas del mundo moderno, llegando a ser considerado el padre de la democracia. Plantea que el sujeto de la soberanía es el pueblo; los gobernantes, reyes, príncipes o magistrados son solo simples ejecutores, administradores, mandatarios, oficiales o empleados del pueblo soberano a quienes este encarga la ejecución de las leyes y el mantenimiento de la libertad y la igualdad para garantizar la paz social y el bienestar general. El Contrato Social va dirigido más a la inteligencia que al corazón. Consciente de eso Rousseau escribió: “En cuanto al Contrato Social, los que se alaben de entenderlo por entero son mas hábiles que yo”. El Emilio es una reflexión sobre el hombre y su relación con la naturaleza y lo expresa en los siguientes términos: “El primer lenguaje del hombre, el más universal, el mas enérgico, el único que fue necesario antes de que hubiera que persuadir a los hombres reunidos, es el grito de la naturaleza”.
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