Bruce
Fuller dijo que hay cinco aspectos o elementos que influyen en el resultado de
la actividad educativa. Según él, la
capacitación de los recursos humanos, la disponibilidad de biblioteca, el
acceso a la tecnología, la planta física y mobiliario y, por último, el currículo, son determinantes
fundamentales para que se dé una buena educación.
La capacitación
de los docentes deberá tomar en cuenta no solo
el perfil profesional de este, sino también características personales necesarias
para un buen desempeño como educador, sin que esto signifique una
discriminación a los que tengan alguna discapacidad. De hecho en las aulas, hoy
día, hay una gran cantidad de docentes con la mayor de las discapacidades: la
intelectual/profesional. La evaluación de los bachilleres, los técnicos y los
profesionales egresados de nuestros centros educativos es un espejo de la
competencia profesional de nuestros educadores. La mejora en las prácticas pedagógicas es una necesidad. La
mayoría de profesores limita su trabajo a lograr que los estudiantes hagan la
transcripción, a veces parcial, y estudio de los contenidos que están en los
libros de texto que proporciona el Ministerio. Eso me hace ver con simpatía la
propuesta del presidente Medina de traer formadores de otras latitudes para que
en lugar de educadores tradicionales y reactivos tengamos profesores competentes,
modernos, proactivos, facilitadores de procesos, que apoyan la construcción de
conocimientos. La formación docente debe ser permanente, con un enfoque moderno que renueve los conocimientos e inserte al maestro en la dinámica tecnológica de hoy día.
La
biblioteca es de capital importancia porque la escuela
tiene el rol de inducir al estudiante a la investigación y la lectura para
ponerlo en contacto con el mundo intelectual. En la actualidad este bien es un
privilegio privativo de muy pocas escuelas y las que tienen una biblioteca
muchas veces funcionan como un “almacén” de libros que la última vez que le
pusieron las manos fue el día que la instalaron.Fui bibliotecario, como García
Márquez, y en semanas el único lector que tenía la Biblioteca Parroquial era
yo.
La
tecnología es, en la actualidad, a la educación lo que
son los árboles a las aves, un medio indispensable. Ya la pizarra, la tiza y el
libro impreso no deberían tener el protagonismo para la educación que
tenían la leña, el burro y la yunta de
bueyes para cocer los alimentos, el transporte y la agricultura,
respectivamente, hasta finales del siglo XX. El computador, el proyector de imágenes, el dominio de programas informáticos, el acceso a la Internet cada día se hace más necesario en la labor docente.
No es posible educación de calidad con techos
inseguros, sobre poblados y con mobiliario escaso y destartalado. Para pensar y
producir conocimiento se necesita tranquilidad. La mejora de la planta física y el suministro de mobiliario adecuado influye
positivamente en el proceso educativo.Es usual encontrar una sección de 50 ó 60
estudiantes en un aula con capacidad para unos 30 alumnos.
El
currículo es, junto a la capacitación y selección de
los recursos humanos, uno de los ejes centrales de la educación porque de su
diseño depende el producto de la acción educativa. El perfil del bachiller, del
técnico, del profesional egresado de de nuestros centros educativos es el
resultado del currículo aplicado por el Sistema Educativo Dominicano, en todos
sus niveles. El re diseño de la educación dominicana tiene que comenzar con una
profunda revisión de este para evaluar el nivel de profundización, la calidad,
la cantidad y la pertinencia de los contenidos por áreas o carreras.
En
mi opinión, en esta lista de Fuller habría que incluir el contexto sociocultural, el
salario y la nutrición como
elementos muy importantes a la hora de evaluar los resultados de un sistema
educativo. La integración de la comunidad al proceso educativo, la motivación
del docente y la garantía de la alimentación de los estudiantes son claves en
el cumplimiento de la carga horaria, el currículo, la conservación y protección
de los recursos de la educación y habrá mejores resultados del año escolar,
expresados en menos repitencia, menos deserción y menos conflictos escolares.
En
sentido general nuestras escuelas deben mejorar la atención a los diferentes
ritmos de aprendizaje, la relaciones interpersonales, la ambientación y organización
de la clase, la selección de los métodos y los recursos de enseñanza, la
vinculación de los contenidos curriculares con el contexto, la cantidad, la
calidad y la profundización de los contenidos impartidos,
la forma de evaluar porque la que se hace es una actividad casi exclusiva del
maestro, el sistema de información y, por último, el cumplimiento de la carga
horaria.
En definitiva la
educación es un producto social en la que inciden distintos determinantes que
conjugados entre sí afectan el resultado de forma positiva o negativa. La
nuestra necesita de una transformación trascendental para que sus productos
respondan a los requerimientos del contexto nacional e internacional. ¿A
cuántos de ustedes se les habrá presentado un/una joven recién graduado/a solicitándoles
trabajo y cuando les preguntan qué tú sabes hacer la respuesta inmediata es una
sonrisa tímida para a seguidas decir “cualquier cosa”? No es posible continuar
graduando a personas que sepan hacer “cualquier cosa o de todo”.
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