viernes, 4 de enero de 2013

La Educación: un producto multifactorial.


Bruce Fuller dijo que hay cinco aspectos o elementos que influyen en el resultado de la actividad educativa. Según él, la capacitación de los recursos humanos, la disponibilidad de biblioteca, el acceso a la tecnología, la planta física y mobiliario y, por último, el currículo, son determinantes fundamentales para que se dé una buena educación.

 La capacitación de los docentes deberá tomar en cuenta no solo  el perfil profesional de este, sino también características personales necesarias para un buen desempeño como educador, sin que esto signifique una discriminación a los que tengan alguna discapacidad. De hecho en las aulas, hoy día, hay una gran cantidad de docentes con la mayor de las discapacidades: la intelectual/profesional. La evaluación de los bachilleres, los técnicos y los profesionales egresados de nuestros centros educativos es un espejo de la competencia profesional de nuestros educadores. La mejora en  las prácticas pedagógicas es una necesidad. La mayoría de profesores limita su trabajo a lograr que los estudiantes hagan la transcripción, a veces parcial,  y  estudio de los contenidos que están en los libros de texto que proporciona el Ministerio. Eso me hace ver con simpatía la propuesta del presidente Medina de traer formadores de otras latitudes para que en lugar de educadores tradicionales y reactivos tengamos profesores competentes, modernos, proactivos,  facilitadores de procesos, que apoyan la construcción de conocimientos. La formación docente debe ser permanente, con un enfoque moderno que renueve los conocimientos  e inserte al maestro en la dinámica tecnológica de hoy día.

La biblioteca es de capital importancia porque la escuela tiene el rol de inducir al estudiante a la investigación y la lectura para ponerlo en contacto con el mundo intelectual. En la actualidad este bien es un privilegio privativo de muy pocas escuelas y las que tienen una biblioteca muchas veces funcionan como un “almacén” de libros que la última vez que le pusieron las manos fue el día que la instalaron.Fui bibliotecario, como García Márquez, y en semanas el único lector que tenía la Biblioteca Parroquial era yo.

La tecnología es, en la actualidad, a la educación lo que son los árboles a las aves, un medio indispensable. Ya la pizarra, la tiza y el libro impreso no deberían tener el protagonismo para la educación que tenían  la leña, el burro y la yunta de bueyes para cocer los alimentos, el transporte y la agricultura, respectivamente, hasta finales del siglo XX. El computador, el proyector de imágenes, el dominio de programas informáticos, el acceso a la Internet cada día se hace más necesario en la labor docente.

No es posible educación de calidad con techos inseguros, sobre poblados y con mobiliario escaso y destartalado. Para pensar y producir conocimiento se necesita tranquilidad. La mejora de la planta física y el suministro de mobiliario adecuado influye positivamente en el proceso educativo.Es usual encontrar una sección de 50 ó 60 estudiantes en un aula con capacidad para unos 30 alumnos.

El currículo es, junto a la capacitación y selección de los recursos humanos, uno de los ejes centrales de la educación porque de su diseño depende el producto de la acción educativa. El perfil del bachiller, del técnico, del profesional egresado de de nuestros centros educativos es el resultado del currículo aplicado por el Sistema Educativo Dominicano, en todos sus niveles. El re diseño de la educación dominicana tiene que comenzar con una profunda revisión de este para evaluar el nivel de profundización, la calidad, la cantidad y la pertinencia de los contenidos por  áreas o carreras.

En mi opinión, en esta lista de Fuller habría que incluir el contexto sociocultural, el salario y la nutrición como elementos muy importantes a la hora de evaluar los resultados de un sistema educativo. La integración de la comunidad al proceso educativo, la motivación del docente y la garantía de la alimentación de los estudiantes son claves en el cumplimiento de la carga horaria, el currículo, la conservación y protección de los recursos de la educación y habrá mejores resultados del año escolar, expresados en menos repitencia, menos deserción y menos conflictos escolares.

En sentido general nuestras escuelas deben mejorar la atención a los diferentes ritmos de aprendizaje, la relaciones interpersonales, la ambientación y organización de la clase, la selección de los métodos y los recursos de enseñanza, la vinculación de los contenidos curriculares con el contexto, la cantidad, la calidad y la profundización de los contenidos impartidos, la forma de evaluar porque la que se hace es una actividad casi exclusiva del maestro, el sistema de información y, por último, el cumplimiento de la carga horaria.
En definitiva la educación es un producto social en la que inciden distintos determinantes que conjugados entre sí afectan el resultado de forma positiva o negativa. La nuestra necesita de una transformación trascendental para que sus productos respondan a los requerimientos del contexto nacional e internacional. ¿A cuántos de ustedes se les habrá presentado un/una joven recién graduado/a solicitándoles trabajo y cuando les preguntan qué tú sabes hacer la respuesta inmediata es una sonrisa tímida para a seguidas decir “cualquier cosa”? No es posible continuar graduando a personas que sepan hacer “cualquier cosa o de todo”.

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