jueves, 22 de abril de 2021

Apuntes para la vida III

 


En la presentación anterior, en esencia, abordé aspectos fundamentales para el relanzamiento de la educación en la República Dominicana. En el nivel pre universitario planteé la revisión del perfil profesional del docente, el currículo, el enfoque y las prácticas pedagógicas, la capacidad instalada, con énfasis en la tecnología educativa y la cobertura de Internet. La educación técnica y superior tendrá que reorientar la oferta académica para formar los profesionales en función del mercado laboral para dar respuesta a las necesidades de recursos humanos que brinden mano de obra calificada al Estado y al sector privado, tomando en cuenta las demandas y características de cada región y territorio.

Hoy daré unas pinceladas sobre la democracia dominicana, sus instituciones y economía en el contexto actual. Escuché en esta semana al expresidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, decir que la mejor democracia es aquella que da respuesta a las demandas de los grupos en desventaja o en minoría, y tiene lógica porque es el único mecanismo que hay para “aplanar o nivelar” las clases sociales.

En definitiva, la aplicación del concepto de democracia es muy ambiguo y en muchos casos se reduce a la emisión de un voto y a cierta libertad de expresión y de participación popular. Y si usted no me cree pregúntele a Gedeón Santos qué le pasó por publicar su oposición a un tercer mandato consecutivo. Nótese que digo poder votar porque no significa, necesariamente, expresión de la voluntad del ciudadano por los mecanismos que se emplean para condicionar o manipular ese derecho que se expresa en las urnas. El debilitamiento de la democracia no es un fenómeno puramente dominicano, hay muestras de ello en todo el mundo, el premio Nobel de literatura José Saramago, en su “Ensayo sobre la lucidez”, describe de manera magistral como el 17% de los electores que sufragaron en favor de un candidato quiere invalidar o alterar el resultado de un proceso en el que el 83% con su voto en blanco ganó las elecciones, resultando electo “Ninguno”. De hecho, en un proceso que dirigí en Sabana Larga, Nulo le ganó a un precandidato 66 a 20 votos.  

La democracia dominicana debe fortalecer y plantear sin ambigüedad los mecanismos de participación popular, el marco legal y su aplicación porque el cumplimiento de una ley no puede estar sujeto a la voluntad de un individuo o de una administración.

Otro gran tema son los roles institucionales. Aquí usted se encuentra con ministerios que realizan actividades propias de otras instituciones públicas cuando se trata de manejo de recursos, pero evaden su responsabilidad cuando se trata de una intervención coordinada entre dos a mas instituciones porque la naturaleza del tema o actividad las vincula. Un caso muy común es la solución de una queja por contaminación o crianza y circulación de animales en las ciudades, actividades que de alguna manera involucran a las autoridades de las alcaldías, medio ambiente y salud pública. El alcalde de Comedero Abajo sabe que él tiene una responsabilidad directa con la salud y la seguridad de los munícipes, pero no quiere sacar los cerdos o chivos del barrio Berenjenal porque son de Chumbé y se echa en contra a esa familia, y entonces dice que eso es de salud pública y manda a los quejosos para la Dirección Provincial de Salud. En los barrios marginales las familias construyen casas alrededor de ríos y cañadas y conectan el drenaje de sus viviendas a estos para la eliminación de las heces fecales y las aguas servidas, sin tomar en cuenta el mínimo respeto por las reglamentaciones que establece el marco jurídico nacional sobre urbanismo, el   medio ambiente y la salud, pero cuando hay un brote de enfermedades vectoriales e hídricas solo se altera el presupuesto y el ritmo de trabajo de los recursos humanos del sector salud. ¿Dónde estaban la alcaldía y medio ambiente cuando Chumbé hizo esa casita con un tubo colgando para descargar mierda y agua servida en la cañada de Polo?

En resumen, hay que fortalecer la democracia porque hay eventos internos y externos que pudieran tener un efecto virus para esta peor que lo que ha hecho la covid-19 con el mundo. Nicaragua, Venezuela, Haití tienen grandes retos en ese sentido. Y nosotros estuvimos a punto de estar en esa lista.

 La economía es un tema complejo en el contexto global porque las brechas entre los pobres y los ricos ha aumentado producto de la covid-19. Hoy se calcula que el 34% de la población de América Latina vive en situación de pobreza. Eso representa unos 210 millones de latinoamericanos, de los que unos 3.5 millones son dominicanos, y ni hablar de la provincia Elías Piña, la que solo en el segmento poblacional de 15-24 años tiene unos 2,300 jóvenes que ni estudian ni trabajan, los que son candidatos directos para sumarse a la población que alimenta la delincuencia, con un agravante: la frontera con Haití.  La condición de provincia fronteriza es ventaja y desventaja a la vez, en el sentido de que la comunicación terrestre facilita el intercambio comercial con Haití, sin embargo, propicia el tráfico y consumo de drogas como en todas las fronteras del mundo, y los conflictos que eso y los procesos migratorios generan. 200 mil familias en Colombia viven del cultivo de la coca en la frontera con Panamá, Venezuela, y Ecuador. Es seguro que la situación de la frontera dominicana no es distinta, en ella funcionan las mismas estructuras que hay en el mundo fronterizo, con conflictos migratorios, trabas no arancelarias, robo, contrabando y éxodo masivo de los habitantes de la franja fronteriza a las grandes ciudades; a su vez esa población es reemplazada por inmigrantes ilegales que afectan de forma negativa los indicadores de desarrollo de esos territorios. Celso Lafer dice que “las fronteras deben ser espacios de cooperación y aprovechamiento de oportunidades”.

Al panorama descrito en los párrafos precedentes hay que sumarle las “pifias” en la administración pública. Por eso el profesor Pablo Sanguinetti plantea que los países “no pueden pedirle plata al mundo sin cumplir con sus deberes”, una clara alusión a la corrupción y a la inversión de dinero público en proyectos personales sin sentido de prioridad. Eficiencia y calidad de la inversión es la palabra.

El llamado es a la integración y a fortalecer los bloques regionales para que estos sirvan de plataforma para construir una estructura única que integre a toda AL. Esa organización podría servir de escenario para decidir temas relacionados con el comercio, conflictos por espacios y territorios, medio ambiente, migración, cooperación técnica y económica, solidaridad, y, por supuesto, democracia. Hoy que se habla mucho de economía circular e intercambio de tecnología, experiencias, recursos humanos…, un bloque regional fuerte le permitirá a cada país explotar sus potencialidades y vender su gran activo a sus socios con carencias en esa materia o especie y adquirir, en condición de trueque o compra, los bienes y productos que su sociedad demande.

En materia económica Elías Piña necesita inversión en infraestructura productiva y comunicacional, fortalecer la cohesión territorial y el vínculo entre sus municipios. Agua para el consumo humano y para la producción   agrícola y pecuaria, carreteras y caminos vecinales, financiamiento oportuno, equipos y mercado son los grandes ejes  para el desarrollo de la economía provincial.

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